Ya es formal: adiós trabajo


Lectura de 5 minutos



  

Y llegó ese lunes


Hoy es un nuevo lunes pero se siente como un lunes repetido. Abrir el correo, responder lo urgente,  encontrar los mismos errores estúpidos  ocasionados por otros y por ende los miles de problemas que debes solucionar porque te pagan un sueldo por hacerlo, etc.

Hace un año la idea de cambiar de realidad trajo consigo un sinfín de vaivenes en mis emociones, cambios de carácter, muchas noches donde dormir me resultó imposible (entre pensamientos de un viaje que parecía cada vez más lejano y días constantes que parecían ser más pesados unos de otros).

Ha sido un proceso extraño y bastante complejo. Pero ¿para qué contarte más de eso, si a estas alturas eso ya lo sabes?

Sin embargo hoy no es un lunes repetido como se sentía antes, hoy es un lunes único, un lunes de un paso adelante.

Hoy le digo adiós a lo que fue y me pongo en el borde de un horizonte que no sé cómo afrontaré pero que me llena de una emoción inexplicable. Ha llegado el momento de renunciar, de volver realidad esa conversación con mi jefe que estuve imaginando las últimas semanas.

Y aunque todavía falte un mes para poder despedirme de esta rutina, en mi interior el adiós ya está ramificado y solo por ese hecho, los días restantes estarán llenos de un aire perfecto.



Después de mi renuncia


Quiero confesar aquí, que ha sido difícil hablar y evitar no llorar al mismo tiempo.

¿Carajo, porque siempre mi cabeza me hace esto? No, no lloré (si es lo que quieres saber). Pero fue muy difícil contenerme.

Cada palabra tenía consigo una especie de combinación extraña entre sentimientos de pena, de felicidad, de ansiedad y de emoción. Creo que -enfocándome a todo esto del cambio-  olvidé que con esta decisión también estaba cerrando una etapa que fue muy bonita y que con ella dejaba recuerdos y gente atrás.

No, a ti no puedo mentirte. No lo olvidé, solo decidí que era mejor no tenerlo tan presente y actuar priorizando lo que era realmente significativo para mí en esta nueva fase de mi vida. Pero en ese momento, mientras hablaba ya no podía hacerlo de lado tan fácilmente.

Por otro lado, mientras sentía la melancolía también recordaba que ya estaba cumpliendo una nueva meta, que se estaba haciendo realidad eso en lo que me enfoqué durante todo el último año. ¿Te puedes imaginar mi carga emocional en ese momento?

Gracias a Dios, esto fue algo rápido y aunque nunca me atreví a decir que mi gran sueño era mochilear fue gratificante cerrar por lo sano y de muy buena manera todo.



Una mirada al pasado


Con esta conversación me he permitido voltear atrás por un momento y ver todas las metas que pude lograr durante estos 5 años de trabajo contínuo en un solo lugar.

Me he encontrado con otra yo, alguien a quien dejé olvidada en alguna etapa de este largo período, me he felicitado pero también me he jalado las orejas por haber demorado tanto.

Por no haber tenido ese coraje que ahora espero no perder otra vez, por haberme distraído en algún momento y convertirme en alguien que solo siguió caminando de frente sin percatarse de lo mucho que dejaba ir. Me he visto contenta pero aburrida a la vez, orgullosa pero vacía.

Esta ha sido una lección grande que me servirá para todo este camino nuevo que me espera. Para no volver a perderme entre lo bonito, entre las metas diarias que muchas veces uno se forja por las circunstancias.

Para recordar que lo importante siempre debe ser estar conectada con lo verdadero de mi esencia.



Se viene lo bueno


Ahora que formalmente solo me quedan 4 semanas en esta rutina y ya no sé que será de mi después. Espero aplicar tantas cosas que leí, ha sido tan larga la espera que no sé aún como volver a afrontar un mundo nuevo que se basará prácticamente en las muchas decisiones que tendré que tomar.

A partir de Agosto estaré afuera sin una ruta marcada, sin un lugar por donde empezar y sin planes organizados para continuar con mi vida. Pero justamente eso es lo que me mantiene tranquila.

Sinceramente estoy volviendo a adaptarme a esta nueva versión de mi, la anterior ya no estaba acostumbrada a tomar riesgos. Por el momento, lo que estoy haciendo es dejarme llevar, disfrutar de estos primeros momentos de dicha plena y - sobretodo- dejar de pensarla tanto.

Aquí estoy yo, renovada, sin miedos y con muchas ganas de ver lo que la vida me traerá. ¿Tú, ya te animaste?

Recuerda, que te leo y te respondo siempre. Si tienes unos minutos, me encantaría leerte en los comentarios


Una fuerte abrazo como el mar, B.

Comentarios

  1. Que increible...estoy en el proceso en que vuelves de un viaje y no quieres volver a la realidad en tu trabajo, luego de conocer tantos lugares y gente espectacular, de viajeros que estan conociendo el mundo, que se ven tan felices que dan unas ganas de dejar todo tirado y viajar por el mundo con tiempo indefinido. Que ganas de poder hacer lo que estas haciendo, pero para eso debo esperar un tiempo por cosa de lucas. Te deseo lo mejor en tu nueva etapa de vida y felicitaciones por tener la valentia que a muchos nos cuesta sacar. Saludos!

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    Respuestas
    1. Amnery! me parece que te había respondido ya por facebook, pero igual que agradecerte el darte el tiempo de leerme y comentar, mucha gente no tiene la valentía de hacerlo... ya somos dos valientes no crees? Espero saber de ti y de tu proceso más adelante.. acuérdate de que cada uno tiene su momento pero que finalmente ocurre- siempre y cuando no lo dejes olvidado en un baúl. Un abrazo enorme como el mar!! Bea.

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