Que la pasión siempre gane
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de 5 minutos
Desde que era muy pequeña me gustaba
imaginar que todos mis sueños se hacían realidad, ahí estaba yo bailando en el
escenario de un concierto enorme o teniendo una empresa de manualidades
mientras usaba un overol manchado de pintura. Cuando crecí y empecé a trabajar perdí la capacidad de imaginarme cumpliendo
esos hermosos y grandes sueños.
Pisé demasiada realidad de golpe, tal vez
es lo que le ocurre a todo aquel que empieza a sus 17 años a trabajar. Yo
recién salía del colegio un año atrás y ahora me tocaba trabajar para poder
estudiar a la par. No me queda tiempo para “soñar en tonterías”.
Desde ese entonces sentía que los años
pasaban rápidos y que yo debía mantenerme alerta todo el tiempo para no
quedarme atrás. Así fue que deje olvidados los miles de sueños que moría por
cumplir cuando era una adolescente que quería comerse el mundo con su arte.
Retomando tus sueños
Si nuestro día a día dejara que el corazón lo guíe, tal vez muchos
estarían en un lugar diferente, con personas diferentes, haciendo cosas
diferentes!
Cosas apasionantes que lo hagan sentir
vivo, aventurándose sin pensarla tanto y posiblemente fracasando muchas veces
sin importar el dolor de las caídas (ni mucho menos la vergüenza al fracaso)
sino intentándolo una y otra vez, porque así es la única forma de disfrutar la vida, de aprender, de jugártela el todo
por el todo.
Nuestro corazón es ese pequeño lugar en
nuestro interior que sabe verdaderamente lo que somos y lo que
soñamos. Sin embargo nuestro día a día no permite que se exprese en su
totalidad, lo guardamos, lo tenemos ahí. “para las ocasiones especiales”.
Mira dentro de ti mismo
Hace un par de años decidí abrir esa
cajita empolvada llena de sueños y tratar de encontrar esa esencia de chica
valiente que no le daba tantas vueltas al asunto. Decidí hacer las paces con
ella (o conmigo misma) y traerla de vuelta para que formemos un nuevo mix. Uno
que funcione mejor esta vez, que muestre más de ilusión que de realidad (porque
de esa ya había tenido en exceso).
De igual forma necesitas hacerlo tú, encontrar ese nuevo mix que te hará
afrontar la vida de una forma distinta, con menos miedos y más ganas de
llevártela por delante. Date una
vuelta por el pasado y responde:
¿Qué
sueño loco tienes por realizar?
¿Qué es aquello que hará que tu sonrisa
dure más que nunca antes?
¿Por qué no hacer realidad eso que se te
vino automáticamente a la cabeza?
Eso, es tu pasión. Y… ¿ya pasó bastante
tiempo desde que la dejaste atrás, no crees?
Sé que esto te sonará muy usado, pero si
lo lees despacio, te darás cuenta que no está mal volver a repetírtelo. Estoy
segura que vienes cumpliéndolo a cabalidad y eso no está muy bien.
No conviertas tus algún día en un nunca, tus siempre quise en un jamás lo hice.
Porque –como siempre digo- para vivir intensamente, hay que tener
agallas, de esas que te dejan la piel chinita de la emoción por lanzarte a
una piscina profunda.
Pasos
chicos pueden llevarte a sueños grandes. Lo más importante es empezar. Vamos! Crea tu marca, cómprate el
vestido, alista la carpa, inscríbete a ese curso, cámbiate el look, escribe el
primer verso...Da el primer paso! Impúlsate a ti misma! Nada ocurrirá sino lo
haces, mira cuánto tiempo has dejado ir.
Soy la persona que más veces ha dejado las
cosas a la deriva una vez empezadas, pero puedo decirte que cuando empiezas una
vez (y es algo que en verdad te gusta) lo retomas con más frecuencia y con
mucha más precisión. Lo haces poco a
poco, pero lo haces. Y eso, lo cambia todo.
Mantener
el enfoque por lo que quieres
Ahora, solo intento mantener un camino de
crear, de hacer realidad tantas cosas que soñé en la adolescencia. He aprendido
a no dejarme de lado, a darle un lugar a mis anhelos. Y quiero desearte que tú
hagas lo mismo porque de eso se trata.
De arriesgarte por todo lo que puedes
conseguir, por sentir la emoción de cumplir un sueño. No dejes pasar algo que podría empezar hoy, no importa que luego lo
dejes a medias por tiempo, solo hazlo (empieza) y después piensas en lo demás.
Por favor no vuelvas a dejar que el tiempo
pase, ya viene costándote bastante pelearte contigo misma sobre como continuar
este largo camino que se llama vida. Y te recuerdo viajera, que la vida también viene con fecha de
caducidad.
Ya verás que valdrá todo el riesgo hacerlo
cuando el corazón sea quien mande y no la cabeza, porque no necesitamos
solucionar los problemas primero sino necesitamos empezar por embarcarnos en algo
nuevo y cambiar el rumbo. Ya luego puedes darle trabajo a ese cerebrito tuyo
que no te deja en paz.
Recuerda
que el corazón no se equivoca, siempre buscará algo que te haga ser feliz.
Escúchalo más seguido.
Gracias por compartir este post, te veo en los comentarios.
Un abrazo fuerte como el mar.
-B.
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